
Con el vídeo que he compartido
quería expresar que para mí las mejores cosas nunca siguen un orden y que los
planes inesperados siempre saldrán mejor que cualquier otro plan. Vivimos
obsesionados buscándole el sentido a la vida, pero los niños no hacen nada de
eso, simplemente investigan, juegan y se dejan llevar.
Para dejarnos llevar la
pintura es una de las mejores formas de relajación y evasión que existen, tanto
para niños como para adultos, y quería representarlo en mi vídeo. Desde pequeña
siempre me ha encantado pintar con las manos y tocar la pintura, sobre todo las
temperas y las pinturas acrílicas, pero también las ceras blandas las cuales he
querido poner en el vídeo como parte de mi infancia, pero derritiéndolas y
mezclando los diferentes colores entre sí. Cada color expresa una emoción o
estado de ánimo y aunque no nos demos cuenta: somos un color, habrá gente más
gris o más azul, o incluso más blanca. Pero eso no quiere decir que un día te
acuestes siendo un tono oscuro y apagado y, al día siguiente seas un verde o un
tono alegre y sólido. Estamos hechos de color, y los colores están muy
presentes en nuestra vida; nuestra ropa, la pared de nuestra habitación, el
color del cielo. Todo esto afecta a nuestro estado anímico y quería darle la
importancia que se merece.
Esta asignatura me ha hecho
mirar más allá y pararme a pensar donde antes tal vez no lo hacía tanto.
Ha sido una asignatura para
aprender a expresarnos, para reír, para aprender a conocernos mejor a través de
nuestros sueños, los juegos, los bailes…pero sobre todo para “volver a ser unos
niños”.
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