miércoles, 8 de marzo de 2017

¡Querámonos libres!

Hoy me gustaría dedicar unos minutos a una entrada que escribí hace exactamente un año, el 8 de marzo del 2016, para recordar lo importante que es la lucha que tras tantísimos años seguimos llevando nosotras, las mujeres. 

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"Creo que a estas alturas es de vital importancia tener claro el significado de este término, y digo vital porque recordemos que hoy en día son muchas las mujeres que seguimos muriendo a manos de hombres en esta sociedad machista.
El feminismo no es querer superar o rebajar al hombre, es querer y lograr trabajar a su lado de manera igualitaria, es recibir las mismas oportunidades, responsabilidades y derechos; significa que somos tan fuertes como ellos, que podemos ejercer la misma profesión de excelente manera. Se lucha para que no nos pongan obstáculos a la hora de querer dedicarnos a una profesión considerada masculina. Hasta hace no mucho, no era correcto referirse a las mujeres que ejercían profesiones "de hombres" con términos femeninos, así es que, si una mujer ejercía la abogacía, por ejemplo, nos referíamos a ella como "mujer abogado". ¡Joder, las mujeres también somos arquitectas, médicas y juezas!
El feminismo también promueve los derechos de la mujer, la libertad de decidir sobre nuestras vidas y cuerpos (cómo y con qué cubrirlos). La mujer debe elegir cómo y con quién vivir su vida, con quién mantener relaciones sexuales o con quién casarse (si es ese su deseo), sin ser juzgada, humillada o perseguida (recordemos que en muchos países, niñas de corta edad son privadas de una vida libre al ser obligadas a casarse con hombres mucho mayores que ellas y, en muchos otros, se practican medidas como la ablación, considerando que los genitales femeninos son sucios y que su única función es dar a luz. Como consecuencia de ello, miles de mujeres mueren a diario por infecciones y enfermedades).
Y hablando de maternidad, este es otro derecho que nos pertenece: es importante saber que no toda mujer desea ser madre ni que es esa su función, que podemos acceder a medidas anticonceptivas, que podemos interrumpir un embarazo cuando no es deseado...
De verdad, no olvidemos que mujeres mueren por el simple hecho de ser mujer. Que esto puede pasar (y pasa) a miles de kilómetros de ti, en tu misma ciudad o en la casa de tu vecina. El feminismo no es solo cosa de mujeres y hay que empezar a tener las cosas claras y romper con los mitos de esta sociedad engañabobos.
El día de la mujer no es solo el 8 de marzo."


Finalmente, me gustaría recalcar la importancia de la última frase del texto citado. En este 8 de marzo no queremos felicitaciones, flores, ni mensajes de apoyo. Queremos respeto en todas y cada una de nuestras decisiones, queremos respeto en las calles, respeto en el trabajo, respeto en las clases, y en todos los lugares y ámbitos restantes. Queremos que nos queráis y nos aceptéis si somos gordas, flacas, altas o delgadas, maquilladas o al natural, operadas, sin depilar, morenas, rubias, pelirrojas o "peliverdes", atléticas, y un largo etcétera. En este 8 de marzo no pedimos flores, pedimos RESPETO. 


Por Sandra Mateos Rodríguez.

1 comentario:

  1. Y la cosa es que nos apreciemos a nosotras mismas y seamos solidarias entre mujeres en vez de competitivas

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